miércoles, enero 10, 2007

¿Bibliotecas e Internet?

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¿Bibliotecas e Internet?
05 de Enero, 2007

La Habana.- ¿Se mantendrá el libro en el futuro?. ¿Cambiará su presentación?. ¿Cómo será la asimilación de los bibliotecarios a las nuevas tecnologías?
Preguntas como estas fueron debatidas, entre otras inquietudes, en el trabajo que mostró el especialista y jefe del área de Binanet de la Bibloteca Nacional de Cuba, Abel Ponce, en el teatro de esta institución, con su trabajo Bibliotecas e internet.
Organizada por la Cátedra María Villar Buceta de la BNJM, esta última convocatoria resultó de gran interés, no sólo a los bibliotecarios, sino a todos los que tienen que ver con los libros, hasta el mismo lector, debido al amplio campo de debate que proporciona un tema que ¿enfrenta? el avance tecnológico y el soporte en papel.
Después de la habitual presentación del espacio a cargo de la investigadora de la BNJM, Vilma Ponce, el especialista y excelente comunicador que es Abel Ponce, expuso sintéticamente el pasado, presente y futuro del libro, desde sus inicios en China, pasando por los papiros y la maravillosa invención de Güttemberg, hasta el cuestionado futuro del mismo teniendo en cuenta que ya en el presente los cibernautas pueden acceder a la literatura que se nos brinda por Internet, y la creación de los monitores flexibles y la tinta electrónica que visualizan un futuro en que mientras uno espera la guagua pueda leer de forma digital.
Como un buen ejemplo de lo que estas tecnologías pueden aportar, se mostró la Biblioteca Digital para Discapacitados que Binanet ha creado para aquellos que por sus limitaciones físicas, no puedan utilizar los programas normales en una computadora.
Todo ello conlleva a que los bibliotecarios deben enfrentar los retos de una nueva forma de recopilar, validar, organizar y catalogar, aprender a utilizar los metadatos, además de facilitar la recuperación, localización e identificación de los materiales que solicite el usuario, entre otras funciones. Y deben desde ahora prepararse para el cambio.
Lo que sí quedó claro es que en las condiciones actuales en que se encuentra la humanidad, en que un elevado por ciento es analfabeta, y un por ciento mucho menor tiene posibilidades de acceder a una computadora; ante la incertidumbre de la durabilidad de estos nuevos soportes, entre otras cosas, el libro tiene una larga vida por delante.
Por ahora, aunque los avances tecnológicos son de agradecer y el acceso a Internet nos permite acceder a un mundo de información, no se puede comparar el estar sentado frente a la computadora leyendo, con el placer de estar acostados en la cama o sentados en nuestro rincón favorito, con una buena taza de café, mientras con deleite vamos pasando las páginas maravillosas de un libro.
Fuente: BNJM